Un partido el visto ayer en el Óscar Pereiro que engrandece nuestro deporte, que engrandece el fútbol sala. Un partido con tensión, ocasiones, nervios y una intensidad terrible que desgastó a jugadoras, entrenadores e incluso aficcionados, unos aficcionados que ayer poblaron de manera sustancial las gradas del pabellón conscientes de la trascendencia del choque.
La primera parte tuvo un inicio relajado, debido en parte al respeto que se tenían ambos equipos. Mucha intensidad pero pocas ocasiones claras. Las nuestras decidieron esperar en medio campo y buscar la contra, sabiendo que el peligro del Marcón eran sus salidas rápidas. Y salió bien ya que el rival no llegaba con claridad aunque nuestros ataques tampoco resultaban del todo peligrosos. Mediada la primera parte el partido se intensificó, el Marcón tuvo sus primeras oportunidades con jugadas a balón parado, que consiguieron salvar entre Asun y nuestras defensas. El ataque también empezaba a llevar más peligro y Katy o Marga a punto estuvieron de hacer gol para las nuestras. Y así se llegaba al descanso, con 0-0 pero con un partido que tenía un ritmo altísimo.
La segunda parte comenzó como la primera, con dos equipos que sabían lo que se jugaban. El Marcón lleva la inciativa del juego, pero las nuestras muy bien colocadas sobre la pista casi no dejaban huecos atrás, y cada vez que robaban en este primer tramo las internadas de Adri y las llegadas de Isa creaban muchio peligro, sobretodo en una ocasión de esta último que no entro por bien poco. Atrás Sara cortaba una y otra vez cualquier contraataque de las pontevedresas, siempre bien ayudada por Melisa, que participó activamente en ambas facetas.
El partido entraba entonces en sus últimos diez minutos, pero las nuestras que tenían claro que arriesgarían lo que hiciera falta para llevarse los tres puntos, empezaron a tomar el mando, a llegar con mucho más peligro, a tener más el balón, y tan sólo la gran actuación de la portera rival nos alejaba del gol. Pero a falta de 7 minutos un gran disparo de Vane ceñido al palo izquierdo de la portera se convertía en el gol que nos merecíamos, un gol que hizo estallar el pabellón, un gol que desató la locura entre las nuestras, un gol que valía tres puntos y quein sabe si algo más. A partir de aqui, la tensión se apoderó aún más del partido, pero sobretodo del Marcón, que perdio dos balones que dejaron a las nuestras francas para rematar el partido, cosa que no pudieron hacer. Los últimos minutos las visitantes apretaron la salida de nuestro equipo, pero el gran trabajo defensivo en ese momento de Silvia y la seguridad bajo palos de Asun impidieron que el marcón tuviera premio.
Extraño fue que en estos minutos el rival no sacase portera-jugadora, algo que facilitó la victoria a las nuestras que se dedicaron a esperar de manera sabia y buscar balones a una impresionante Katy, que ayer dio una lección de juego de espaldas en ataque. Por fin una falta al borde del área rival, la aprovecharon las nuestras para llevarse el balón al córner y finiquitar los segundos que quedaban.
Tres puntos sufridos pero al fin y al cabo vitales para seguir al acecho del líder, al cual nos enfrentaremos dentro de cuatro semanas. Felicitar a todo el equipo y a la grada. Pero esto sigue y cada partido es una final. El siguiente rival será otra vez en casa el Riazor, con el que tenemos una cuenta pendiente, ya que nos ganó en su cancha injustamente. Solo vale la victoria.
Por otra parte los otros tres equipos del Club perdieorn sus partidos, aunque hay que felicitar a las infantiles que volvieron a hacer un buen partido y sobretodo a las cadetes, que sin una de sus mejores jugadoras, sin portera, con una expulsada y sin cambios al final del partido hicieron un excepcional partido, dando una lección de fútbol sala en la primera parte, pero cayendo tras el bajón físico en los últimos minutos por 4-2 en la pista del Olivo. Aun así felicidades.
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